Un equipo de astrónomos descubrió un exoplaneta con la densidad más baja encontrada hasta la fecha, en un mundo que, además, orbita una estrella enana roja a casi 600 años luz de la Tierra.
Denominado como TOI-3757 b y hallado gracias al Observatorio Nacional de Kitt Peak, en Estados Unidos, este exoplaneta orbita una enana roja fría a unos 580 años luz de nosotros, en la constelación de Auriga the Charioteer. La baja densidad genera que este mundo tenga una textura parecida a la de un «malvavisco».
Astrónomos ya sospechaba que este tipo de estrellas despojaban una gran proporción de las atmósferas de exoplanetas muy cercanos a ellas. Por lo cual sorprendió la aparición de un mundo de este tipo orbitando a una enana roja.
«Se ha pensado tradicionalmente que los planetas gigantes alrededor de estrellas enanas rojas son difíciles de formar. Hasta ahora no hemos tenido una muestra de planetas lo suficientemente grande como para encontrar planetas gaseosos cercanos de una manera robusta. Esto solo se había analizado con pequeñas muestras de estudios Doppler, que generalmente encuentran planetas gigantes más alejados de las enanas rojas»
señaló Shubham Kanodia, autor del artículo publicado en The Astronomical Journal y astrónomo planetario del Carnegie Institution for Science’s Earth and Planets Laboratory.
¿Cómo pudo formarse?
El hallazgo ha provocado sorpresa y explicaciones sobre cómo se formó y la razón de su baja densidad aún no hay.
La investigación sugiere dos ideas.
«Postulamos que la baja metalicidad de su anfitrión estelar (∼0.3 dex más baja que la metalicidad mediana de las enanas M que albergan gigantes gaseosos) podría haber jugado un papel en la formación tardía de un núcleo sólido lo suficientemente masivo como para iniciar una acreción desbocada»
señala el paper
La poca presencia de elementos pesados en la estrella anfitriona, habrían provocado un retraso en la formación del núcleo rocoso del planeta en sus primeros años de crecimiento. Ello también habría demorado su acumulación de gas -producidos por todos los gigantes gaseosos como Júpiter- afectando su densidad.
Por otro lado:
«utilizando la estimación de excentricidad de 0,14 ± 0,06, determinamos que también es plausible que el calentamiento de las mareas sea, al menos parcialmente, responsable de inflar el radio de TOI-3757b b2»
explica la investigación
Lo anterior tiene relación con la órbita del planeta, que se teoriza que podría ser ligeramente elíptica, lo que generaría que, por momentos, el mundo se encuentre más cerca de su estrella y el excesivo calor inflaría su atmósfera causando su densidad esponjosa.
Futuras observaciones del James Webb podrían dejar resultados más claros respecto a estas hipótesis, según la coautora del estudio, Jessica Libby-Roberts.