La agencia espacial estadounidense (NASA) informó de un nuevo descubrimiento del telescopio espacial James Webb en el universo temprano, se trataría de un cúmulo de galaxias en formación alrededor de un cuásar «extremadamente rojo».
Esta observación del Webb permitirá ampliar nuestra comprensión de cómo los cúmulos de galaxias en el universo temprano se unieron y formaron la red cósmica que vemos hoy.
SDSS J165202.64+172852.3 observado por el JWST
Este cuásar existió hace unos 11.500 millones de años y su apariencia rojiza se debe a que su color es aquel, sino que, además, la luz de la galaxia en la que se encuentra se ha desplazado hacia el rojo por la gran distancia. Lo anterior vuelve al Webb en un acertado método para examinar esa galaxia en detalle.
SDSS J165202.64+172852.3 es uno de los núcleos galácticos conocidos más poderosos observados a una distancia tan extrema. Los astrónomos especulaban que una emisión extrema del cuásar generaría un «viento galáctico», empujando el gas libre fuera de su galaxia e influyendo posiblemente en una futura formación estelar allí.
Estudios previos del Hubble y otros observatorios señalaban poderosos flujos de salida del cuásar, dando pistas de que su galaxia anfitriona podría encontrarse en fusión con algún compañero invisible, pero los datos de NIRSpec del JWST indicaban que no se trataba de sólo una galaxia, sino que al menos tres más girando a su alrededor.
Los espectros de una amplia área permitieron mapear todos los movimientos de este material circundante, resultado en la conclusión de que el cuásar rojizo correspondía a parte de un nudo denso de formación de galaxias.
«Hay pocos protocúmulos de galaxias conocidos en este momento temprano. Es difícil encontrarlos, y muy pocos han tenido tiempo de formarse desde el Big Bang. Esto puede ayudarnos a entender cómo evolucionan las galaxias en ambientes densos. Es un resultado emocionante»
explica la astrónoma Dominika Wylezalek, quien dirigió el estudio
«Nuestra primera mirada a los datos reveló rápidamente signos claros de interacciones importantes entre las galaxias vecinas. La sensibilidad del instrumento NIRSpec fue inmediatamente evidente, y estaba claro para mí que estamos en una nueva era de espectroscopia infrarroja«.
señaló Andrey Vayner, miembro del equipo de la Universidad Johns Hopkins
Las tres galaxias confirmadas orbitan entre sí a velocidades altísima, siendo un indicativo de que una gran cantidad de masa está presente. Combinando con lo cerca que están en la región alrededor del cuásar, esto marcaría una de las áreas más densas conocidas de formación de galaxias en el universo temprano.
«Incluso un nudo denso de materia oscura no es suficiente para explicarlo. «Creemos que podríamos estar viendo una región donde dos halos masivos de materia oscura se están fusionando»
añade Wylezalek
La materia oscura es un componente invisible del universo que mantiene unidas las galaxias y los cúmulos de galaxias, y se cree que forma un «halo» que se extiende más allá de las estrellas en estas estructuras.
Estos resultados serán publicados en The Astrophysical Journal Letters. Esta investigación se completó como parte del programa Early Release Science #1335 del Webb.