Un equipo de astrónomos de la Universidad de Yale descubrió un curioso rastro de gas que rodea una galaxia, que se sugiere que sería un agujero negro supermasivo fuera de control saliendo de su galaxia.
La investigación se aceptó en The Astrophysical Journal Letters y se encuentra disponible en arXiv.
El equipo liderado por el astrónomo y profesor de física, Pieter van Dokkum analizó la luz que viajó más de 7.5 millones de años hasta llegar a la Tierra. De esa forma hallaron evidencia de un objeto colosal expulsado de su galaxia anfitriona hace unos 39 millones de años, que actualmente se desplaza a través del espacio a 1.600 km/s.
Pese a que el agujero negro de por sí no es visible, su rastro en su viaje si lo es, dejando una estela de formación estelar en el gas comprimido. Ello indica que podríamos identificar agujeros negros supermasivos inactivos que han sido expulsados de sus galaxias hacia el espacio intergaláctico.
El hallazgo
Astrónomos han identificado agujeros negros supermasivos -algunos de ellos inactivos- expulsados de los centros galácticos. En consecuencia, no presentarían una nube de material a su alrededor.
Esto los hace prácticamente invisibles para la tecnología actual, sin embargo, algo tan grande y pesado debe dejar sus huellas por el espacio, y uno de ellos, sería el gas que rodea una galaxia, denominado como el medio circungaláctico.
El descubrimiento ocurrió mientras los científicos utilizaban el telescopio espacial Hubble para estudiar a una galaxia enana mucho más cercana llamada RCP 28. Así fue como notaron lo que podría ser el rastro de un descontrolado agujero negro supermasivo. La imagen reveló una línea brillante apuntando directamente al centro de una galaxia irregular.
En un inicio se pensó que era un rayo cósmico, pero observaron que apareció en los dos filtros utilizados para procesar las imágenes. Entonces, en octubre de 2022, se tomaron imágenes de seguimiento utilizando el observatorio Keck, para calcular el corrimiento al rojo de la galaxia y aquella línea brillante. Esto les dio un antecedente de su dimensión: aquella línea mide más de 200 mil años luz de longitud.
Una mirada al rastro
Una revisión a los datos mostraba que la galaxia y la línea tienen el mismo corrimiento al rojo y el mismo color y quizás estén asociadas entre sí.
Gracias a una observación más cercana, descubrieron que la línea no era uniforme en color o brillo. Además, mostraba signos de fuerte ionización y regiones de choque. Parte de la ionización podría explicarse por la presencia de estrellas muy jóvenes, calientes y masivas, algo consistente con los choques astrofísicos.
La explicación más convincente sobre que es esta línea brillante es que correspondería a un agujero negro supermasivo que habría sido expulsado de su galaxia anfitriona. Esta galaxia pudo haber sufrido un evento catastrófico, como una fusión galáctica, la que tuvo que haber tenido la energía suficiente para expulsar a dicho agujero fuera de su centro galáctico.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta explicación es solo una hipótesis, por lo que no podemos confirmar nada hasta hacer un análisis más profundo. Al ser este el primer ejemplo de un agujero negro supermasivo expulsado que ha sido detectado, los astrónomos no pararán sus investigaciones.